[ Pobierz całość w formacie PDF ]

para las bombas.
 ¿Qué vamos a hacer?  gimió Tootsie . Finalmente nos hemos librado de los
alienígenas, pero ahora vamos a morirnos de hambre.
 No exactamente  suspiró Bill . Creo que Barfer tiene una buena idea.
El perro estaba de pie en medio de un macizo de quingombó, moviendo la cola. Tenía
unos cuantos brotes escogidos en su boca feliz.
Tres semanas más tarde Bill apretó el botón rojo y se libró de su pie de elefante.
Calculó que tras todo aquel tiempo, podía sentirse seguro aunque abandonara su
aplastador. El pimpollo resultante era pequeño y rosado, pero no había forma de saber
con qué forma crecería.
Todos estaban asqueados del quingombó, a pesar de que el capitán Plaga había
demostrado una notable imaginación al inventar nuevas formas de prepararlo. Podía
hacer cualquier cosa con aquella planta, excepto ocultar el hecho de que era quingombó.
El mejor cálculo de Curly decía que pasarían aún entre seis y ocho semanas más antes
de tener la esperanza de cambiar de dieta.
Al día siguiente de haber metido su pie en el agujero de la caja, Bill creyó ver algo que
se arrastraba entre dos macizos de quingombó. Deseó que se tratase de un ratón, pero
tenía la extraña sensación de que no era así.
FIN [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • themoon.htw.pl
  •